domingo, 29 de abril de 2018

Carta a mi prima hermana. Written by Juan Hidalgo Caballero.


CARTA A MI PRIMA HERMANA

En la madrugada del siete de abril, poco antes del alba, se ha parado el reloj que marcaba el tiempo concedido a mi querida prima. Con lágrimas contenidas en los ojos, a duras penas puedo juntar unas palabras, entre borrones húmedos, para rendirle un homenaje y reprimir mi dolor por su pérdida. 

Al recibir la noticia he apagado la luz de mi estancia y cerrado los ojos para luego mirar al cielo, pues mi corazón me exigía verla partir, pretendía ver un astro fugaz en el lejano universo. 

Este trance inesperado la sorprendió realizando sus sueños viajeros muy lejos del  hogar, su Cartagena  acogedora. Lo suyo fue un salto rápido al más allá sin dramas previos ni avisos atenazadores. Por tanto, creo que no son precisas demasiadas lágrimas, aunque no escondo mi profunda congoja, pues era mi única prima hermana. Nos criamos todos juntos, mis hermanas y su  hermano, que es el único primo del que disfruto, pues tengo otros que no conozco. Hasta el día de hoy nos manteníamos cercanos en lo cotidiano y también en el mismo vecindario, viendo crecer y progresar a nuestras familias, me queda el pesar de que no  pudiera disfrutar de mi segundo nieto  que es ahora un bebé, y por supuesto también el no haber tomado la  última copa juntos, ¡otra VEZ será! prima. 
      
Ha sido una vida algo breve la suya muy estoica en sus finales. Sus sesenta años han trascurrido apenas sin darme cuenta, como las cuatro estaciones de un año, llenos de recuerdos para mí y para el resto de la familia, por eso nos deja ahora mucha tristeza en nuestros corazones.

Desde aquí abajo ruego a todos LOS SERES DE LUZ que le asistan en el largo camino de vuelta a casa. Sus abuelos, Juan e Isabel han salido ya  a su encuentro para recibirla e indicarle el camino, para que nada tema, y ella, como una mariposa que sale de su capullo, va tras ellos atraída por la irresistible blancura de su luz. Durante su trascendental transformación ha recordado quién es y hacia dónde se encamina, a su lejana estrella. 

Allá donde va la van a querer absolutamente como ella es y le seguirán dando amor eternamente. Espero que mande algo de eso para este mundo en forma de una gran sonrisa. Dentro de muchos años, reunidos todas las familias, espero pueda reconocerme a pesar de mi rostro moldeado por el tiempo, aunque, ciertamente, los ojos del alma todo lo reconocen.

Para mis queridísimos padrinos, sus padres, y también para su marido, hijo y nuera, les hago llegar un abrazo propio pero también de mis hermanas y mis padres, con el deseo de que encuentren pronto consuelo y alivio a su dolor, procuraremos todos velar por ellos. Tanto mi mujer como yo hemos encargado rogatorias a más de un centenar de buenas almas que han intercedido por ti prima, pues una buena persona merece el mejor de los acompañamientos y tú lo eres.

Pongo un sello celestial a esta carta para que llegue a los confines del universo y puedas leerla donde quiera que estés.

¡Hasta siempre prima, contigo en el recuerdo!      
                                                                                 

                                                                              Juan Hidalgo Caballero. Abril de 2018.

Sección. El invitad@ de hoy:
Mi hermano.



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