sábado, 7 de julio de 2012

El mar que llevo dentro


Me gustaría dedicar esta página a compartir con vosotros todos los poemas que escribí bajo el título de:

"EL MAR QUE LLEVO 
DENTRO"



Autora: Rosa  Fernández  Salamanca.
Dep Legal: MU-2231-2007
Reservados los derechos de autor

                   



                                     

Ilustración de cubierta: José Ignacio Pérez Albericio
Rosa Fernández Salamanca. Pseudónimo: Caman Lasa.


A las personas que cantan al corazón
de la hierba, que se refugian en las estrellas 
y me enamoran el alma, 
a las que descubren el mar
tierra adentro...
            y a un corazón alado.
                                                     Rosa

                                                                       PRÓLOGO

Es difícil recordar cuando descubrí a Caman Lasa pero tengo la sensación de que siempre estuvo ahí, viviendo entre las páginas de un viejo libro llamado "Las mil mejores poesías".

Se alimentó durante mucho tiempo de los versos que mi madre escribía para mí y de otros muchos que asiduamente me recitaba. Así fue cómo conoció al Piyayo y se enteró de La Profecía de las lenguas de doble filo, paseó de la mano de los Álvarez Quintero por un jardín sonriente, soñó al igual que Machado que tenía a Dios en su corazón y se enamoró de Gustavo Adolfo Bécquer en el ángulo oscuro.
Cuando quería llorar, no lloraba y a veces lloraba sin querer y siempre se sintió atraída por la voz del contrabajo en "A ti, única" (Quinteto de la luna y el mar).
Ahora sé que Caman Lasa se vino a vivir conmigo el día que heredé aquel libro, y lo hizo desnuda, sin complejos, con el corazón al descubierto y asomado su yo, empeñada en vivir el sueño de ser polvo enamorado.
                                                            Rosa Fernández Salamanca


INTRODUCCIÓN

Una persona muy cercana a mí, que me suele mandar pequeños dardos para reflexionar me dijo hace poco que publicar este libro podría ser un acto de alimentación del ego. Por supuesto, comprendí que me buscaba y salí a su encuentro.

Una obra poética impecable desde el punto de vista literario alimentaría mi ego, pero en este caso no sólo no es así, sino que se acerca peligrosamente al extremo opuesto.
Su existencia está basada en la expresión de un sentimiento, síntoma de estabilidad emocional, necesaria para lograr un equilibrio en el marco de una vida sana.

La mayoría de las veces nos ocultamos porque somos conscientes de lo vulnerables que nos volvemos a los ojos de los demás, del miedo que nos da no ser aceptados y si voy más allá, no correspondidos. Sin embargo, si con algún verso de este libro soy capaz de transmitir a mi pareja que lo que sólo era un proyecto hace veinte años es hoy una realidad que sigue latiendo, si mi madre se da por enterada de que mis ladridos de perro los heredé de mi padre pero que toda mi sensibilidad se la debo a ella...entonces, habrá valido la pena sacarlos a pasear.

Si con algún verso llegara al corazón de mi tertuliana del alma, agradeciéndole el mensaje que me manda en el momento justo que empiezo a decaer, si con ellos pudiera expresarle a esa amiga que se fue, que me siento en deuda con ella  y que estoy a su lado porque sé perfectamente lo que duele la mirada en bajamar...entonces, tendría sentido mostrar mi talón de Aquiles.

Por último, es mi intención exteriorizar a un amigo lo que significa su amistad, expresarle, que aunque todos elegimos libremente un sitio en la vida, por suerte para mí los sentimientos no tienen nada que elegir, caben todos en el corazón que al querer aleja las fronteras que la sinrazón impone. 

Entonces...no es el ego el que crece sino que decrece en beneficio de la emoción, del sentimiento, de la persona.






EL MAR QUE LLEVO DENTRO

Me siento a mirarlo y me parece un milagro
cómo cambia de forma a su gusto y a su antojo,
ayer lo recuerdo agitado y salvaje,
hoy, paz y calma ante mis ojos.

Y se cuela en el alma de hombres
de honor y gran coraje, pescadores humildes
marinos, piratas y salvajes.

Y nunca es igual y siempre es el mismo,
¡cuánto más lo miras, más lo conoces!
y ¡cuánto más lo conoces más te asusta!
y aun así lo amas y lo admiras.

Te atrapa, te engatusa, te da, te quita,
te trae y te lleva con un vaivén
que te adormece, te gana, te vence,
te estremece y nunca lo olvidas.

Si amas, ya lo sabes;
el Amor es el Mar que llevas dentro,
te gana, te vence, te estremece,
y nunca lo olvidas.

Te trae y te lleva, te da y te quita,
te engatusa, te atrapa,
¡cuanto más lo conoces mas te asusta!
y aun así lo amas y lo admiras.

Y aman todos; marinos, piratas y salvajes,
y se cuela en el alma ante tus ojos
adoptando la forma que quiere
“Es un capricho de Dios”
                                   es un antojo.
      


PUEDO RESPIRARTE


Te siento tan cerca
que puedo
                  respirarte,
te adivino tras de mí,
sombra de mi sombra,
andando
               sobre mojado;
mis huellas, son tus pasos,
mis estelas,
                tatuajes
de tu corazón descalzo.

Puedo respirarte,
oigo
              tu batir de alas
 mirando al cielo,
intuyo
         tus versos ocultos
bajo encajes de dolor,
requiebros
            no paridos
cortejos incorpóreos,
crisálidas
             que se duelen
recordando el ayer,

mariposas de seda
en corazón
                de mudanza,
capullos hendidos
con jarabe de hiel.




LA PRIMAVERA SE ADELANTA

Amor mío, este año la primavera se adelanta
va muriendo la nieve lentamente,
va perdiendo el color albo la montaña.

La ladera despierta vestida de verde,
el cáliz dormido suave se abre
y el frío invierno ante mis ojos se pierde.

La lluvia perdona, olvida su ira,
moja los árboles con tiernas lágrimas,
perlas transparentes que a la mañana
me acercan el olor a tierra, a hierba mojada.

Y abro la ventana y todo es distinto,
cambia el color, muda el paisaje
pero siempre es igual tu mirada.

Pasión, amistad, amor y calma
son los colores, los sabores,
las cuatro estaciones del alma,
cuál de ellas mejor, cuál mas deseada.

La Naturaleza las alterna,
yo, de todas enamorada.

Amor mío, este año la primavera se adelanta.




                                       
DESPERTAR


Cuando oigas                                            
                el crujir                                                    
de las hojas secas                                     
en el suelo,                                                
el fluir del agua,                             
el deslizar del río…

Cuando oigas
el mensaje de La Estrella,
el silencio de un bonsái,
la tortura,
ante las manos
                 que lo rinden…

Cuando oigas                             
el roce de las nubes
                en el cielo,
más fuerte
               si cabe,
que el bramar del viento
en la gris ventisca…  
                          
Entonces oirás
el palpitar, el aleteo,
el bombear
          de la sangre,                                 
el latir de unas manos,
el temblar
          de mi sonrisa.

 Se abrirán tus ojos
al sudor de las hojas,
al recuerdo del agua
al alboroto del río,

sentirás la brisa
          sobre tu cara,

y se abrirán las flores.




AMORES QUE MOJAN LA TIERRA

Como acompaña la sombra al soto
y vuelve al atardecer el pájaro al nido.

Como retorna la estación cada año,
la flor, el fruto, el agua al río.

Como besa al ocaso el sol la linde
donde cielo y tierra se confunden;

Sé que en la próxima vida
este amor tan testarudo, resurgirá
del polvo y volverá a doler;

con la certeza del devenir de todo ciclo,
bajo el axioma: yo siempre te amaré.

Y sé que cada vida de las que viva
serán tuyos mis sueños,
privado box, donde cicatrizan mis heridas.

Y este viajar de almas peregrinas
mojará la tierra,
y los versos que corren por mis venas
mancharán de rojo las raíces profundas
que tanto duelen y sangran mis poemas.



                                   
PRÉSTAMO DE CORAZONES

Préstame tu corazón,
¡préstamelo!
para sentir
           lo que tú sientes,
y mirar con tus ojos
cada amanecer,

vivir cada pulso
          de tus emociones,
sístole y diástole,
de tus risas
          y tus llantos percusiones.

Batallas no libradas,
cruzadas que despiertan
poemas
         en tus labios,
y en ese instante me recreo
en tu infinito ser.

Palabras que recobran
almas dormidas,
despertares de memoria,
ojos, que una vez que miran,
nunca olvidan
si te vuelven a ver.

¡Préstame tu corazón!
y yo, te prestaré el mío,
y así sabrás
          lo que siento
cuando por fin te veo…
…cuando por fin te miro.





NOSTALGIA


Se me distrae
el alma
cada atardecer;
nostalgia de ti
              deambula
entre rojos y amarillos,
y sobre la hierba,
la noche
              me sorprende
respirando el ayer.

El mismo azul
              de mar,
el mismo rojo cielo,
ni el sol puede evitar,
rendirse
             a la hierba verde.
Me absorbe el paisaje
que en mis manos
se adormece,
pero el tiempo
            queda atrás,
tu imagen en mi retina
se pierde,
como se pierde el verde
cuando anochece.






LAZOS QUE NO ATAN


Palabras ocultas
en el fondo de un baúl,
llenas de polvo
y olvidadas,

surgen de repente
creando lazos que no atan
pero amarran fuerte
dos almas;

dos salvajes en el tiempo,
en la distancia,
dos corazones que buscan,
que lloran,
pero nunca callan.



ME PRENDES

Abrazada a ti
y al secretar
            de tu historia,
a tu leyenda,
a tu recio tallo,
sensible al afecto humano,
a tu sabio tronco
que acalla el grito
y graba la caricia
            en tu memoria.

Se me abre el corazón
cuando derramas
tus lágrimas
            de resina,
cuando penas
            con llanto quedo,
lento y suave,
            imperceptible,
cuando soportas las tormentas
y te entregas
                      al viento…

Abrazada a ti,
tu esencia blanca
fluye por tus yemas,
como tesoro que yo almaceno
en la palma
             de mis manos,
y recaudo con la yema
            de mis dedos.

Me prendes,
y mis sueños atrapados quedan
bajo la fronda de tus ramas.

Y todavía, no sé
dónde hay más belleza;
¡si en el brotar de tu savia
o en tus raíces profundas!




LA MIRADA DE LA AMISTAD

 ¿Alguna vez has sentido, una mirada
que te abre cada vez que te mira?
Yo sí.
Y me siento profundamente feliz
de tener cerca a la persona que lo hace.

…Pero ahora tengo un problema;
sé que mis brazos darán para abrazarte
pero no sé, si mi corazón resistirá
la emoción que siente cada vez que lo desnudas.

Ni si este dique aguantará, la crecida del agua
tras las lluvias de primavera,
lluvias, de miradas que te desnudan el alma
y de abrazos que te inundan la mirada.

Es demasiado caudal
para este embalse tan pequeño,
y me falta entereza para alzarme
muro de contención.

¡Dios!
abre la presa y que este río de aguas claras,
virgen de corazón y sentimiento,
siga fluyendo por su cauce natural
hasta llegar al mar,…al mar que llevo dentro.





REGALOS

Me estremezco
              verso a verso
andando sobre tus campos,
grano a grano,
             tierra a tierra,
polvo de tus despertares,
de tus sueños y letargos,
de amores florecientes
al calor de tus manos,
frutos de ayer,
madrigales de lirios
trotando
            sobre tus prados.

¡Vértigo! de asomarme
 al balcón de tus recuerdos,
a tus mañanas y amaneceres,
a tus ocasos, a tus caricias…

a tus lágrimas grabadas
en la retina a fuego,

porque en ese instante en la mirada
un verso es una vida,
y tu vida me regalas
cada vez que me miras.


A UNA HOJA DE PAPEL

Porque sólo tú eres testigo
de las palabras de amor
que dos amantes a escondidas se mandan,
de sus desengaños amorosos
causantes del dolor,
de unas lágrimas derramadas
sobre tinta emborronada…

Porque sólo tú te llevas
los más ocultos secretos,
citas de amor, que arden
en el más sutil silencio,
llama roja
que convierte la pasión en fuego,
y al final sólo es humo
lo que queda en el recuerdo…

Porque guardas en ti
los versos y rimas creados,
por jóvenes y adolescentes…

por eso me dirijo a ti
en esta noche embrujada
para que me inspires un mensaje,
una palabra, un canto
que haga comprender
al que mi poema espera
que es mi amor, mi vida,
que le estoy amando.



SENTIMIENTOS SILVESTRES

En lo más profundo de uno,
viven sentimientos cautivos
en un pozo de agua dulce,
agua en tierras de otros,
tierras que tienen dueño y nombre propio.

Son pequeños arbustos que nacen en el pecho,
que florecen en tu boca
libres como el viento,
ajenos a contratos o arrendamientos.

Silvestres, como la jara, la lila y el lentisco,
buscan con ímpetu, su trocito de cielo,
pelean con otros su arraigo en el suelo.

A veces, crecen por error
en tierras equivocadas,
sin abonos, sin fertilizantes,
expuestos a las plagas,
nadie los fumiga, los alienta
y aun así, sobreviven:

calmando su sed en tierras de otros
en tierras que tienen dueño y nombre propio.




PULSO ENTRE MAR Y VIENTO


Hoy está la playa salvaje,
 los pies descalzos en la arena,
 la resaca se lleva mis pasos,
borra mis huellas.

Me gusta sentarme en la orilla
y ver romper las olas,
adivinar lo que sienten,
por qué lloran.

Pierdo la mirada en el mar.

Este mar, que me habla sin palabras
me viene a buscar,
 salpica mis pies con rabia.

 Creo, que me quiere contar su historia,
 una confidencia de amor
 que le brota del corazón
 y escapa por su boca.

Y mientras, a lo lejos…un barco velero
 pone rumbo a otras tierras,
 acariciando otras aguas
 al tiempo que iza sus velas.
 Deja atrás el puerto de Cabo Palos,
 sus noches de luna llena,
 cuando acariciaba el Mar Mediterráneo
 y besaba las playas de Cartagena.

 Escucho una voz:
-Todo listo, Capitán. Fuerte viento por la popa.
-¡Amarren cabos, larguen velas…!

Soy testigo, es un pulso entre mar y viento,
el uno tirando hacia fuera, la otra,
hacia tierra adentro.

Comprendo que la mar esté furiosa;
no está dispuesta, a dejar a su amado
a merced de los vientos.




PARA TI

Para ti sueño…
una mirada prendida
en el llorar del sauce,

un anhelo callado
polvo de estrella fugaz,

el latir primero
de un corazón que nace,

y un sorprender
                    al vuelo
el caer de un jazmín.

Una ternura escudera,
un abrazo eterno,
un mirar sin fin.

Un continuo renacer
                    a la vida,
un indeleble roce,
un reamar sin reserva
                    para ti.

Para ti sueño…
 …sueño, ser para ti.


EL CIELO SOBRE MÍ

El cielo sobre mí,
y la noche estrellada.

La luna,
centinela de guardia,
custodia este corazón
cautivo,
que al descuido,
abre empalizadas y escapa
con sus alas blancas.

Corre por los verdes valles
y los tiernos prados,
incesante,
busca el apacible arroyo
donde aquel día
se asomaron tus ojos
para beber de sus aguas.

Aguas frescas y cristalinas
donde calmar su sed,
sofocar sus ansias,
donde revivir tu imagen
en esta noche celeste,
en esta noche estrellada.



 CELOS DE ELLA

Tú estás ahí acariciando el viento,
inhalando este soplo que preciso
para seguir viviendo.

Te meces en sus brazos,
 le rozas con tus labios,
¡cómo envidio el aire que respiras,
 todo cuánto miras!

Un horizonte nuevo color esmeralda,
una tierra fértil que abraza tus raíces
cada día más profundas, más felices.

Galanteas con el cálido céfiro
que llega a ti, como suspiro de aliento,
el mismo que me está faltando
el mismo que me está doliendo.

Ahí fuera tú, amando.
aquí dentro yo, sufriendo.
Doliéndome cada brisa que respiras
punzando tus verdes ramas mis heridas.

Tras el cristal te observo…

Hojas grandes y alargadas
verde oscuro a la mirada,

desde aquí abajo descubro
quizás igual que él, tu precioso envés,
gris plata.

-¡Jardinero! ¿por qué le llaman árbol de fuego?
Mejor no me lo diga.
Cumpla con sus funciones y tale la grevilla.

Este roble sedoso
hace sombra en mi ventana,
no deja entrar la luz
ni el aire fresco de la mañana.




SUEÑOS DE MOLINO

Sueña el molino que es buque
sobre mares y océanos,
blancas manchas de óleo
surcando lienzos azules.

Son sus aspas grandes velas
que al contacto con el viento
surcan las aguas añiles
que le apetecen en sueños.

Se aventura mar adentro
cegado en su delirio,
por rozar otra boca
fruto del desvarío.

Y en su quimera la roza,
y en su silencio la besa,
llevando con él sus cruces
las mismas, que en el mar le pesan.

Asoma el alba
y el molino despierta
otra vez con el ancla en tierra
y las aspas secas;
apegado a sus raíces y a sus campos…
de día vive, de noche sueña.



COMO TUS OJOS

Si tuviera en mis manos un pincel,
una paleta y unos lienzos,
no dudaría
en pintar el mar tierra adentro;

en el corazón del hombre que ama,
donde se quedan las huellas
y se graban las palabras.

Allí donde la arena es blanca
y conserva en sus entrañas
la intimidad de amores vírgenes,
la inocencia de furtivas miradas.

Si tuviera los ojos del artista
pintaría para él, marinas agitadas
bajo los rayos sonrojados de sol;
las mismas que agitan mi cuerpo
y me arrastran hasta sus playas.

Aguas azuladas o verdes,
donde los amores se esconden
y los fuegos se apagan,

como tus ojos, Marina,
que aún parece que me hablan…



 DUELE LA MAR CUANDO SE MARCHA

Siempre imaginé
el mar
         tierra adentro,
en el corazón
de la persona que ama,
donde las huellas
         se quedan
y las palabras se graban.

Océanos de sentimientos
buscando sitio
         en tierra firme,
para arraigarse como seres vivos
y echar raíces
         como si fueran plantas.

Mares de emociones
que te agitan las entrañas,
mareas,
que zarandean tu cuerpo,
y te arrojan contra las rocas
cuando te bañas.

Lágrimas
que enrojecen tus ojos
por la sal que contienen.

 Sentimientos
que al mojarte duelen,
como duele la mirada
           en bajamar,
como duele la mar
          cuando se marcha.



GOTAS EN EL CRISTAL

Caían gotas por el cristal de la ventana,
lánguidos caminos de deseos incontrolados,
bajaban len
                    ta
                         mente dos mundos enlazados
haciéndose promesas para mañana.

                                
Todavía siento en mí el calor de aquella hoguera
dos cuerpos encendidos vibrando en melodía,
dos almas que desean juntas ver el nuevo día
formando un solo fuego y mientras tanto llueve fuera.

                                
De pronto, casi dormido, te sorprende el crepúsculo
que te ilumina un maravilloso día otoñal,
unos ojos miran el ventanal con disimulo
y ya no llueve, ya no hay gotas en el cristal.




SOMBRAS EN EL CORAZÓN


Está en sombras mi corazón.
Cae sobre el tejado la lluvia
en esta noche fría.

Aporrea con vigor la claraboya,
quiere entrar en mi oscura habitación
bruscamente iluminada
por este haz de luz
que un rayo me regala.

Es sólo un instante,
un destello luminoso que me recuerda
que la vida continúa en otra parte.

…Pero la lluvia sigue ahí,
buscando la fisura por donde colarse.

Está de duelo mi corazón,
pero no dejaré que esta lluvia me moje
trincaré las portezuelas y contendré las lágrimas.





RESPIRACIONES

 Hay respiraciones             
que dibujan
dunas en la arena
y embates en el mar
con su aliento,
vidas que dan relieve
a paisajes desabridos
creando cerros
                donde llanuras,
cordilleras donde valles
con el deslizar
                 de sus dedos.

Hay sollozos,
que bautizan campos
con sus lágrimas
                de labranza,
miradas que retardan
el último albor,
caricias que despiertan
la flor de madrugada…

personas que cantan
al corazón
             de la hierba
que se refugian
             en las estrellas
 y me enamoran el alma.
          


EL ACANTILADO

  Chocan las olas
contra el acantilado.


Se estrellan
presas de una fuerza irrefrenable,
un deseo desmedido por querer acelerar
el proceso de erosión;

filtrarse por las grietas y alcanzar,
las zonas profundas e íntimas
del corazón de la roca.

Irrumpir su intimidad un instante,
desaparecer después, dejando una huella
con dulce sabor a sal en su boca.

Son en su encuentro, ímpetu de pasión,
explosión de llanto y desconsuelo.

Fieles, puntuales, algo cambia cada vez
que se produce una cita,
inapreciable a la vista, sensible al ser
que mira el paisaje
con dominio del tiempo, sin prisa.

Tú el acantilado, yo la ola
que muere a tu lado.    

SENTIMIENTOS SILVESTRES

En lo más profundo de uno,
viven sentimientos cautivos
en un pozo de agua dulce,

agua en tierras de otros,
tierras que tienen dueño y nombre propio.

Son pequeños arbustos que nacen en el pecho,
que florecen en tu boca
libres como el viento,

ajenos a contratos o arrendamientos.

Silvestres, como la jara, la lila y el lentisco,
buscan con ímpetu, su trocito de cielo,
pelean con otros su arraigo en el suelo.

A veces, crecen por error
en tierras equivocadas,
sin abonos ni fertilizantes,
expuestos a las plagas,

nadie los fumiga, los alienta,
y aun así, sobreviven:
calmando su sed en tierras de otros

en tierras que tienen dueño y nombre propio.



PULSO ENTRE MAR Y VIENTO

Hoy está la playa salvaje,
los pies descalzos en la arena,
la resaca se lleva mis pasos,
borra mis huellas.

Me gusta sentarme en la orilla
y ver romper las olas,
adivinar lo que sienten,
por qué lloran.

Pierdo la mirada en el mar.
Este mar, que me habla sin palabras
me viene a buscar,
salpica mis pies con rabia.

Creo, que me quiere contar su historia,
una confidencia de amor
que le brota del corazón
y escapa por su boca.

Y mientras, a lo lejos…un barco velero
pone rumbo a otras tierras,
acariciando otras aguas
al tiempo que iza sus velas.

Deja atrás el puerto de Cabo Palos,
sus noches de luna llena,
cuando acariciaba el Mar Mediterráneo
y besaba las playas de Cartagena.

Escucho una voz:
-Todo listo, Capitán. Fuerte viento por la popa.
-¡Amarren cabos, larguen velas…!
Soy testigo, es un pulso entre mar y viento,
el uno tirando hacia fuera, la otra,
hacia tierra adentro.

Comprendo que la mar esté furiosa;
no está dispuesta a dejar a su amado

a merced de los vientos.


PARA TI

Para ti sueño…
una mirada prendida
en el llorar del sauce,
un anhelo callado
polvo de estrella fugaz,
el latir primero
de un corazón que nace,
y un sorprender
al vuelo
el caer de un jazmín.

Una ternura escudera,
un abrazo eterno,
un mirar sin fin.

Un continuo renacer
a la vida,
un indeleble roce,
un reamar sin reserva
para ti.

Para ti sueño,

…sueño, ser para ti.



EL CIELO SOBRE MÍ

El cielo sobre mí,
y la noche estrellada.
La luna,
centinela de guardia,
custodia este corazón
sedicioso,
que al descuido,
abre empalizadas y escapa
con sus alas blancas.

Vuela por los amplios valles
y los verdes prados,
incesante,
busca el apacible arroyo
donde aquel día
se asomaron tus ojos
para beber de sus aguas.

Aguas frescas y cristalinas
donde calmar su sed,
sofocar sus ansias,
donde revivir tu imagen
en esta noche celeste,

en esta noche estrellada.



CELOS DE ELLA

Tú estás ahí acariciando el viento,
inhalando este soplo que preciso
para seguir viviendo.
Te meces en sus brazos,
le rozas con tus labios,
¡cómo envidio el aire que respiras,
todo cuánto miras!

Un horizonte nuevo color esmeralda,
una tierra fértil que abraza tus raíces
cada día más profundas, más felices.

Galanteas con el cálido céfiro
que llega a ti como suspiro de aliento,
el mismo que me está faltando,
el mismo que me está doliendo.

Ahí fuera. tú amando.
aquí dentro, yo sufriendo.
Doliéndome cada brisa que respiras
punzando tus verdes ramas mis heridas.

Tras el cristal te observo…
Hojas grandes y alargadas
verde oscuro a la mirada,
desde aquí abajo descubro
quizás igual que él, tu precioso envés,
gris plata.
-¡Jardinero! ¿por qué le llaman árbol de fuego?
Mejor no me lo diga.
Cumpla con sus funciones y tale la grevilla.
Este roble sedoso
hace sombra en mi ventana,
no deja entrar la luz

ni el aire fresco de la mañana.


SUEÑOS DE MOLINO

Sueña el molino que es buque
sobre mares y océanos,
blancas manchas de óleo
surcando lienzos azules.

Son sus aspas grandes velas
que al contacto con el viento
surcan las aguas añiles
que le apetecen en sueños.

Se aventura mar adentro
cegado en su delirio,
por rozar otra boca
fruto del desvarío.

Y en su quimera la roza,
y en su silencio la besa,
llevando con él sus cruces
las mismas, que en el mar le pesan.

Asoma el alba
y el molino despierta
otra vez con el ancla en tierra
y las aspas secas;
apegado a sus raíces y a sus campos…

de día vive, de noche sueña.


COMO TUS OJOS, MARINA

Si tuviera en mis manos un pincel,
una paleta y unos lienzos,
no dudaría
en pintar el mar tierra adentro;
en el corazón del hombre que ama,
donde se quedan las huellas
y se graban las palabras.

Allí donde la arena es blanca
y conserva en sus entrañas
la intimidad de amores vírgenes,
la inocencia de furtivas miradas.

Si tuviera los ojos del artista
pintaría para él, marinas agitadas,
bajo los rayos sonrojados de sol;
las mismas que agitan mi cuerpo
y me arrastran hasta sus playas.

Aguas azuladas o verdes,
donde los amores se esconden
y los fuegos se apagan,
como tus ojos, Marina,

que aún parece que me hablan…



DUELE LA MAR CUANDO SE MARCHA

Siempre imaginé
el mar
tierra adentro,
en el corazón
de la persona que ama,
donde las huellas
se quedan
y las palabras se graban.

Océanos de sentimientos
buscando sitio
en tierra firme,
para arraigarse como seres vivos
y echar raíces
como si fueran plantas.

Mares de emociones
que te agitan las entrañas,
mareas,
que zarandean tu cuerpo,
y te arrojan contra las rocas
cuando te bañas.

Lágrimas
que enrojecen tus ojos
por la sal que contienen.

Sentimientos
que al mojarte duelen,
como duele la mirada
en bajamar,

como duele la mar

cuando se marcha…



TU CAPRICHO

Sentada frente a su altar,
aturdida por el fuerte olor
a resina quemada…
pedí perdón a Dios,
por sentirme enamorada.

Los dos en silencio
cara a cara,
…mientras
el incienso ardía,
y la luz de las velas
en su ir y venir me acompañaba.

Alcé la vista, miré sus ojos
con aire insolente,
este afecto es tu capricho,
en la persona equivocada.

No hubo palabras, ni reproches,
un indulto manifiesto
que inundó de pronto el templo
con la bondad de su mirada.

Tú eres mi árbol prohibido...

Ante Dios me confesé,

por lo mucho que te amaba.



MIENTRAS QUEDE UNA EN EL CIELO

Mientras quede una en el cielo…
habrá un sueño
que anide en las estrellas,
donde se baraja lo aleatorio,
donde el corazón se retira
mendigando el delirio y la quimera;
donde el calor y la fiebre se confunden,
donde el alma ante la luz se consuela.

                          ***

Mientras quede uno en la tierra…
habrá un amor
que nazca bajo su fronda,
donde el árbol te abraza con su follaje,
donde la ternura se refugia bajo su sombra.
Me pierdo en la espesura de la floresta,
y es allí, que te descubro
en la respiración del bosque.

                           ***

Mientras la estrella conserve el sueño…

el árbol revivirá la historia.



SOMBRAS EN EL CORAZÓN

Está en sombras mi corazón.
Cae sobre el tejado la lluvia
en esta noche fría.

Aporrea con vigor la claraboya,
quiere entrar en mi oscura habitación
bruscamente iluminada,
por este haz de luz
que un rayo me regala.

Es sólo un instante,
un destello luminoso que me recuerda
que la vida continúa en otra parte.

…Pero la lluvia sigue ahí,
buscando la fisura por donde colarse.

Está de duelo mi corazón
pero no dejaré que esta lluvia me moje

trincaré las portezuelas y contendré las lágrimas.



NENÚFARES BLANCOS

Hay veces,
que lees un poema
y te parece precioso,
te recreas en él
en la más absoluta
intimidad,
en esa parcela del alma
donde todas las noches
son estrelladas,
y el firmamento impregna
hasta saciar
tu párvula retina
de novel.

Pero, cuando conoces
por fortuna o por destino
a la persona, a esa persona
para la que fue escrito…
entonces sí,
el cielo es eterno
y el poeta se funde
en tu universo,
en tu ermita flotante,
en tu corazón

de nenúfares blancos.



AL UNÍSONO

Podrá el diluvio enfurecido
anegar los campos,
y el tifón,
alterar el humor
del cielo,
podrá desgarrar el sol
las tierras,
con su lengua de fuego
y afligirlas,
oscurecer el universo
y palidecer el crepúsculo…
pero nadie podrá evitar
que las nubes se rompan
en lágrimas,
que el dolor se refugie
en el verso
y el amor en la caricia,
que el corazón doliente
sobreviva al holocausto,
y que vuelva
                     a latir

                                al unísono.



RESPIRACIONES

Hay respiraciones,
que dibujan
dunas en la arena
y embates en el mar
con su aliento,
vidas, que dan relieve
a paisajes desabridos,
creando cerros
donde llanuras,
cordilleras donde valles,
con el deslizar
de sus dedos.

Hay sollozos,
que bautizan campos
con sus lágrimas
de labranza,
miradas, que retardan
el último albor,
caricias, que despiertan
la flor de madrugada,
personas que cantan
al corazón
de la hierba,
que se refugian
en las estrellas

y me enamoran el alma…



DESDE AQUELLA ESTANTERÍA ESCONDIDA…

Desde aquella estantería escondida
me está hablando el poeta,
me llama a gritos, desea que atienda
su llanto y su plegaria, su saeta.

Oculta su poesía,
relegada a la trastienda
sufre en silencio las telarañas
de la soledad y la indiferencia.

Me acerco, sedienta por beber
del cáliz que emborracha el alma,
y llego a enmudecer.

Leo y devoro en silencio las páginas
una a una. Me sorprendo
del ingenio del símil,
la llaneza, la ingenuidad,
el acompasamiento.
¡Qué bien expresa cuánto yo siento!

No entiendo, qué hace aquí este delicado libro,
cubierto de polvo en la trastienda,
¡torpe librero! le falta
la sensibilidad, que derrocha el poeta.

-Me lo llevo. Ni se le ocurra quitar el polvo
que han dejado en él mis huellas,
señal inequívoca del tiempo
que me lleva aquí esperando.

                           ***

Desde aquella estantería escondida…
Mi sueño es emular al poeta
tomar prestada su pluma blanca,
trazar caminos negros
en hojas de papel de plata.

Y vomito caminos toscos
y escarpados, en sendas irregulares,
renglones torcidos,
reflejos de altibajos emocionales.

Son versos que brotan, de un corazón aldeano,
burdo de expresión, de sentimiento refinado,
desbordado por el mar que lleva dentro,

por la inmensidad, de su océano.

No busco para ellos, laureles ni fama,
mas bien, la magia de lo inédito,
envejecer junto al libro que compré
en aquella estantería escondida
en la trastienda.

Entre sus páginas,
unas cuantas hojas de papel
escritas con mi puño y letra,
buscan sitio en mi vitrina de roble.

Allí junto a él, mis versos,
piel con piel, letra a letra,

donde guarda el alma el poeta.



NOVIEMBRE

Caían gotas por el cristal de la ventana,
lánguidos caminos de deseos incontrolados,
bajaban len
                    ta
                           mente dos mundos enlazados
haciéndose promesas para mañana.

                                 ***

Todavía siento en mí el calor de aquella hoguera
dos cuerpos encendidos vibrando en melodía,
dos almas que desean juntas ver el nuevo día
formando un solo fuego
                              y mientras tanto  
                                                         llueve fuera.

                                   ***

De pronto, casi dormida, te sorprende el crepúsculo
que te ilumina un maravilloso día otoñal,
unos ojos miran el ventanal con disimulo

y ya no llueve, 
                       ya no hay gotas en el cristal.



HAGAMOS JUNTOS UN GRAFFITI

Es sólo cemento,
cemento negro que me ciega.
Kilómetros de autopista, carreteras
que unen ciudades distantes
pero en el fondo iguales.

Grandes torres y edificios,
nubes negras, polvos rápidos,
tóxicos, contaminantes.

Personas que deambulan por las calles,
¡qué digo! ¿deambular? no es ésta la palabra,
es un andar con rumbo fijo
sin tiempo para nadie.

Dormir a la intemperie
es un cáncer que nadie quiere,
se relega a pobres e indigentes,
inadaptados sociales.
Vagabundos,
que ocultan en sus ropas sucias,
miradas de nostalgia,
corazones rotos, atrapados
en un viaje que nunca conoció el alquitrán
el asfalto, ni el cemento.

¡Dónde quedaron los caminos,
las tierras, los bancales…!

¡Hagamos juntos un graffiti!
¡Volvamos a pintar los pueblos,

las flores, las fuentes, los grillos y los sueños!



14 DE FEBRERO

Qué pronto desaparecen
las estrellas fugaces sin dejar huella.
¡Tan esperadas! ¡tan deseadas!
pero tan pronto como pasan, olvidadas.

Está a punto de aterrizar
sobre la Tierra, Cupido,
el gran y enigmático Cometa del amor
produce expectativas, en corazones
que viven turbulencias en el aire,
estelas de colores, pasión.

El 14 de febrero, llega tan sólo
una vez al año,
¡tan esperado! ¡tan deseado!
pero tan pronto como pasa, olvidado.

No quiero ser cometa, ni estrella fugaz,
prefiero satélite a tu lado, tu luna, tu volcán.
Agujero negro en el firmamento,
atraer con esa fuerza irresistible
con que atrae la gravedad.

En el espacio cósmico
el tiempo es irrelevante,
el Hoy…
una Eternidad.

Mañana, 14 de febrero.

Sólo quiero hoy,
                           contigo,

                                          un te quiero eterno.



EL VIEJO ROBLE

Camino de la Ribera…
se alza solitario y fuerte
el viejo roble,
¡cuántos años hace
que grabamos nuestros nombres!
¡cuántos otoños pasaron,
desde que nos juramos amor
por vez primera!
¿Lo recuerdas?
parece que fue ayer
y sin embargo, es una vida entera.

Una historia de amor, un poema
en primera persona, el agua del río
y un te quiero en la memoria.

Todavía se oye tu voz…

camino de la Ribera.



AMISTADES QUE SON AMORES

Es para ti cada mañana
mi mejor saludo, mi mejor mirada,
una palabra, una expresión de afecto,
para ti guardo siempre
mi mejor sonrisa y mi mejor gesto.

Cuando expreso mis emociones
y digo lo que siento,
cuando te extraño, cuando te sueño…
no es la mujer la que quiere,
la que extraña, la que sueña,
es el alma echando fuera
sus sentimientos.

Amor de persona a persona
eso, es lo que por ti siento.

                            ***

Escuchar que el corazón se te acelera
al encontrar en tu mirada complicidad.
Compartir un momento de silencio
y hacer con él más corta la distancia
que nos separa al hablar.
Sonreír, por todo y por nada,
y no reprimir nunca las ganas de abrazar.

                           ***

Evito tu mirada…
mis ojos delatan las ganas de llorar.
Evitas mi mirada…
me has enseñado a respetar
tus silencios, tus palabras, tus distancias,

…y tu manera de amar.



MIRADA SERENA

Hoy te he buscado,
te he buscado y tú no estabas…

Ojos negros y pequeños,
sonrisa abierta, iluminada,
pelo negro, blanca tez
y serena la mirada.

Entre tanta cara conocida
yo la tuya dibujaba, te he buscado,
te he buscado y tú no estabas.

Hoy añoro la hoja verde
y el almendro en flor,
el remanso del río, el ave que vuela,
añoro tu amor.

El tiempo para mí no pasa,
tu ausencia me entristece
¡quién ha puesto el mundo en pausa!
¡quién ha parado el reloj!

Vuelva la hoja a su rama,
el fruto a su blanca flor,
vuelva tu mirada serena,

vuelva a ponerse el sol.



¿A UN CHELO?

Dulce y añejo,
acariciado
por los años,
aún resuenan
en tu caja
remembranzas
de una vida,
baños de barniz
encubren cicatrices,
silencian
las heridas
que hendidas por amor
no duelen.

En privado,
para ti
el concierto;

unas manos te abrazan
y unos dedos
te recorren de memoria.
Una leve mirada,
a partituras desgastadas,
reflejos de corcheas
proyectan en el techo
gráciles danzas
en su ir y venir del arco
interpretando en clave de Fa
la más dulce sinfonía
en la oscuridad de tu cuarto.

Tendido en la mesa,
aguardas
resignado
turno en la subasta,
el mejor postor
dará cierre
a tu viejo enamorado.

Te aferras al momento…
al adiós
de las manos
que te hacen vibrar,
frotando
tus cuatro cuerdas
al balanceo del arco.

Se te escapa
el aliento,
un suspiro,
que llena un último compás
con acordes
de silencio.

Advierto
con nostalgia,
el fulgor de unos ojos,
un chelista bohemio,
que aguarda
interpretar
para ti,
su última oda
como solista,

temblándole las manos.



LA MÁQUINA DEL TIEMPO

-I Parte: siglo XIX

Corazón, corazón, fiel y traicionero
-decidme, ahora mismo,
¿Cuál es el motivo de este cantar sereno?
¿Sois vos, paladín trovero,
quien recitáis por mí este canto mañanero?
Oigo dulce resonar a la mañana
vuestra lira,
y despierto casi dormida,
embriagada por vuestro canto.
Escucho atenta, la celeste melodía
surgida de vuestros labios,
y sueño, sin estar dormida
enajenada por este llanto.
Grata es, la sinfonía que acaricia al mediodía
el rojo pétalo que exuda,
es suave brisa, que intimida la sonrisa
de mi piel desnuda.

                                          ***

-II Parte: siglo XXI

Tanta cursilada me cansa
y me hace salir huyendo,
me subo a la máquina
y atravieso el túnel del tiempo.
Veo pasar los siglos,
los años pasan corriendo,
dos mil siete, aquí me bajo;
Soy parte de otra parte.
No soy nada. Para ti, soy todo.
¿Y este afecto…?
¡Este loco sentimiento sigue aquí!
se me agarra como lapa,
me araña aquí dentro.
¡Mierda! ¡Otro okupa atrapado
en la máquina del tiempo!
Vuelve el cursi corazón, fiel y traicionero,
no sabe de llaves, ni cerrojos,
se desnuda, va sin ropa ante mis ojos
ya no sé quién es su dueño.
¡Joder! otro okupa en mi casa,
otro okupa en mi sueño.



EL ACANTILADO

Chocan las olas
contra el acantilado.
Se estrellan,
presas de una fuerza irrefrenable,
un deseo desmedido por querer acelerar
el proceso de erosión;
filtrarse por las grietas y alcanzar,
las zonas profundas e íntimas
del corazón de la roca.
Irrumpir su intimidad un instante,
desaparecer después, dejando una huella
con dulce sabor a sal en su boca.

Son en su encuentro, ímpetu de pasión,
explosión de llanto y desconsuelo.
Fieles, puntuales, algo cambia cada vez
que se produce una cita,
inapreciable a la vista, sensible al ser
que mira el paisaje,
con dominio del tiempo, sin prisa.
Tú el acantilado, yo la ola

que muere a tu lado.



EL INFINITO SUSPENDIDO

Dormidas
las calles
y los jardines
mojados,
desierta la avenida
solitarios
nuestros pasos,
desde el cielo, los astros
en holganza de párpados,
bostezan
e intimidan
nuestro abrazo,
yo diría
que nos miran,
que inhalan
jazmines
recién bañados.

Dos manos
unidas,
dos sombras
en una,
esperando el rayar del alba,
el albor
de madrugada,
ante nosotros
el infinito
suspendido;

tú a mi lado
yo soñando,
y el suelo cubierto
de jazmines

blancos.



A MI ARMÓNICA

Sólo tú ¡amiga mía!
sabes comprender mis sentimientos,
porque compartes conmigo
los más bonitos momentos.
Ambiciones e ilusiones,
derrotas y sufrimientos,
¡saben tus notas dulces…

expresar lo que yo siento!



HIBERNAR

El frío del invierno
me anestesia,
dificulta mis sentidos,
apenas tengo pulso
los latidos, no los siento.
Escondo la mirada
bajo tierra.
Luces fuera. ¡No huyo!
También los animales
hibernan.

¡Reprimo el sentimiento!
me aletargo,
dejo de comer y de sufrir,
pasan lentamente
las emociones
que no puedo digerir.

Cierro con llave la puerta
¡que no llame nadie!
mi casa, por ahora,
está desierta.

¡Indefensa me siento,
ante las situaciones adversas!
Necesito con urgencia:
aire tibio, hojas nuevas,

tallos verdes, savia fresca.



A UN AMIGO

Solitario que caminas
errante por la vida,
quisiera coger tu mano
brindarte mi mano amiga,
y sentir que por un momento
la soledad de mi sombra

está vencida.



ROSA

¡rosa! fragancia pura,
reina y crisálida entre las flores
nombre que a media voz susurran
en su canto los ruiseñores.
Altiva, en urna de cristal
inspiras al poeta el verso
de la obra del genio eres rival.
Capullo de blancos pétalos
bañados de rocío a la mañana pura
amanecen rodeados de un cierto halo
que se torna a la noche color púrpura.
Deseo furtivo y apasionado
de admirar contigo el sol poniente
y cuado ya la tarde haya caído

ver reflejado mi nombre, sobre tu frente.



CAÍDA LIBRE

¡Dios! que se duerman los sentidos
y el corazón se aletargue,
¡duele tanto…!
que apenas tengo aliento,
nada me reconforta.

¿Podré estar a su lado
y callar lo que siento?

¡Se me escapa el pensamiento!
las palabras
como locas en mi mente
en mi boca, el silencio.

El corazón se divierte,
se complace
en el fuerte latido,
en el riesgo, la caída libre

en el abismo.



SALVAJE Y AUTÉNTICO

No permitas que el sol
ciegue tus ojos
y que el viento marchite
las hojas del árbol de tu vida.
No dejes que la lluvia
inunde desde fuera
tus sueños,
y se ahoguen silenciados
por cantos de sirena.
Si tienes el don de sentir
el mar que llevas dentro,
y desde el acantilado te lanzas
con los ojos cerrados
y el alma abierta…
Tú eres salvaje, eres Auténtico.
¡Vigila!
estate siempre alerta,
recuerda que la Fortuna
también tiene antojos
y el amor,
es “Un capricho de Dios”

ante tus ojos.



Mis poemas: Dep Legal: Mu-2231-2007


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